Asociacións celulares, texidos.
TEJIDOS:
Son las masas orgánicas formadas por la asociación, en un orden constante, de células dotadas de propiedades estructurales, fisiológicas y químicas semejantes. Existen aproximadamente 200 tipos diferentes de células en el cuerpo humano que se disponen y organizan de manera conjunta en 4 tejidos básicos; que son el epitelial, conectivo, muscular y nervioso.
En el cuerpo humano existen cuatro tipos de tejidos:
Tejidos epiteliales: a estos tejidos lo conforman células planas entre las que no existe una presencia significativa de sustancia intercelular y ni fibras. Estos tejidos cumplen las funciones de recepción sensorial, transporte, secreción, excreción, protección y absorción.
Tejido conectivo: a diferencia del epitelial, en éste abunda la presencia de sustancias intercelulares, entre ellas, elementos vasculares y nerviosos. El tejido conectivo se encarga de las funciones mecánicas y compone las mucosas y piel, es utilizado por los conductos excretores, vasos y nervios como vehículo. Algunas de las funciones más importantes que realizan estos tejidos son almacenamiento, transporte, defensa del organismo, cicatrización, también cumple funciones mecánicas y facilita la salida de linfocitos y anticuerpos.
Tejido muscular: los componen células alargadas, cilíndricas o fusiformes que se ubican en bolsas tendinosas. Estos tejidos tienen la posibilidad de contraerse en respuesta a los estímulos nerviosos. Esta capacidad se debe a que los conforman proteínas contráctiles. Los músculos siempre están unidos al conectivo, que los rodea. Existen tres clases de tejidos musculares: los esqueléticos, los orgánicos y los cardíacos. Los primeros son los que mantienen unido al esqueleto y le dan forma al cuerpo y son los que llevan a cabo la función locomotora. También se los conoce bajo el nombre de voluntarios ya que responden a la voluntad del individuo. Los músculos orgánicos tienen la función de regular los movimientos de distintos órganos, como el estómago e intestino. También se los conoce bajo el nombre de involuntarios ya que los controla el sistema nervioso autónomo y no a la voluntad del individuo. Por último los músculos cardíacos, que son los que cubren al corazón y permiten que este realice las contracciones necesarias para que la sangre viaje fuera del órgano.
Tejido nervioso: lo componen neuronas, que son las células que se encargan de conducir impulsos nerviosos. El sistema nervioso central está compuesto por dos partes: la sustancia gris y la blanca. La gris contiene vasos sanguíneos, axones y células gliales, la sustancia blanca, además de estos elementos, contiene las ramificaciones de los cuerpos neuronales.
Son las masas orgánicas formadas por la asociación, en un orden constante, de células dotadas de propiedades estructurales, fisiológicas y químicas semejantes. Existen aproximadamente 200 tipos diferentes de células en el cuerpo humano que se disponen y organizan de manera conjunta en 4 tejidos básicos; que son el epitelial, conectivo, muscular y nervioso.
En el cuerpo humano existen cuatro tipos de tejidos:
Tejidos epiteliales: a estos tejidos lo conforman células planas entre las que no existe una presencia significativa de sustancia intercelular y ni fibras. Estos tejidos cumplen las funciones de recepción sensorial, transporte, secreción, excreción, protección y absorción.
Tejido conectivo: a diferencia del epitelial, en éste abunda la presencia de sustancias intercelulares, entre ellas, elementos vasculares y nerviosos. El tejido conectivo se encarga de las funciones mecánicas y compone las mucosas y piel, es utilizado por los conductos excretores, vasos y nervios como vehículo. Algunas de las funciones más importantes que realizan estos tejidos son almacenamiento, transporte, defensa del organismo, cicatrización, también cumple funciones mecánicas y facilita la salida de linfocitos y anticuerpos.
Tejido muscular: los componen células alargadas, cilíndricas o fusiformes que se ubican en bolsas tendinosas. Estos tejidos tienen la posibilidad de contraerse en respuesta a los estímulos nerviosos. Esta capacidad se debe a que los conforman proteínas contráctiles. Los músculos siempre están unidos al conectivo, que los rodea. Existen tres clases de tejidos musculares: los esqueléticos, los orgánicos y los cardíacos. Los primeros son los que mantienen unido al esqueleto y le dan forma al cuerpo y son los que llevan a cabo la función locomotora. También se los conoce bajo el nombre de voluntarios ya que responden a la voluntad del individuo. Los músculos orgánicos tienen la función de regular los movimientos de distintos órganos, como el estómago e intestino. También se los conoce bajo el nombre de involuntarios ya que los controla el sistema nervioso autónomo y no a la voluntad del individuo. Por último los músculos cardíacos, que son los que cubren al corazón y permiten que este realice las contracciones necesarias para que la sangre viaje fuera del órgano.
Tejido nervioso: lo componen neuronas, que son las células que se encargan de conducir impulsos nerviosos. El sistema nervioso central está compuesto por dos partes: la sustancia gris y la blanca. La gris contiene vasos sanguíneos, axones y células gliales, la sustancia blanca, además de estos elementos, contiene las ramificaciones de los cuerpos neuronales.